miércoles, 25 de mayo de 2011

EL ALCALDE RUMBOSO

Yo, qué queréis que os diga..Cada vez que echo una instancia para algún ayuntamiento, ya me da casi, la risa floja. Es como cuando te meten un rodillazo en la pierna, en el llamado "hueso de la risa", o sea, que te cae la lagrimilla del dolor agudo, pero te ríes por no llorar.
Me gusta por ejemplo, cuando para presentarte a un pueblo de 3000 habitantes donde hasta hace cuatro días no habían llegado ni los postes de la telefónica, ahora, visites su página web, que es chachi piruli de la muerte, con un pedazo de foto del Alcalde/as (bien guapos, que parecen modelos de la propaganda del Carrefour) y ves la convocatoria de empleo público. "Fácil, piensas, aquí no pedírán demasiado"..Craso error..Te pones a ver el temario y sólo hace falta que te pregunten si sabes la fórmula de la Coca-Cola. Jodido es poco. Es criminal. Encima el precio de la instancia vale en algunos de estos pueblos hasta 300 euripios. ´"¿Para que que querrán tanta pasta si en ese pueblo hay más ovejas y cabras que vecinos"? piensas desconsolado, mientra miras de nuevo la foto del Alcalde/sa y te lo imaginas, fumándose un Montecristo, de esos de Boda Real, envuelto con tu instancia. En fin, que si la pinta del pueblo no te echaba para atrás, la foto del menda o mendesa (creo que se dice así en lenguaje no sexista) tampoco, el precio de la instancia te hace que lo hagas. Dan ganas de ser rico y presentarte sólo por vacilar. Aprobar, sacar la plaza, entrar a trabajar y a los cuatro días coger una baja médica por "ataque de imbecilidad que ha degenerado en depresión aguda" por ejemplo..

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