viernes, 27 de mayo de 2011

ATRAPA UN MILLÓN (EDICIÓN CASTELLÓN)

Los opositores en el Palau de la Festa, el otro sitio
Estaba viendo el programa de A3, ese del Carlos Sobera del "ATRAPA UN MILLÓN" y me ha venido a la cabeza, el examen del otro día de la diputación de Castellón. He visto a los dos concursantes, hermanos ellos, poniendo cara de seta ante cuatro preguntas muy parecidas y me he dicho. Yo lo pasé igual. Además, la sensación festiva, como de cachondeo era similar, por la forma que el Ajuntament de Ajuntaments de Castellón, tuvo para mi gozo y deleite de organizar el examen.
De entrada, como éramos muchos y se ve que en todo Castellón no había un sitio suficientemente grande, decidieron meternos en dos edificios, según el apellido que tuvieses, te tocaba uno u otro. A mí me tocó uno en el parque Ribalta. En la Pérgola, muy bonita ella, con tres entradas. Si alguno alguna vez se ha imaginado lo de la fecundación del óvulo por los espermatozóides, eso parecíamos los casi 2000 opositores entrando a la pérgola. Por tres puertas de entrada. Uno a uno. Si me preguntan que me pareció el sitio, diré que era profiláctico, porque todos intentamos hacer un examen fecundo y sólo unos pocos de los que entramos lo conseguirán. Era como los dibujitos animados de las pelis de los 70, donde te explicaban lo de el sexo. En fin, a lo que iba, que me disperso.
Entré al edificio y me encontré con una serie de mesas alargadas, rollo boda, además bodas de esas de compromiso, que no conoces a casi nadie y si conoces a alguien está en la otra punta. Así que la primera pregunta que me surgió y le hice a la de al lado era "¿Tú eres del novio o de la novia?", cosa que no era muy original, porque un amiguete mío preguntó lo mismo en su mesa.
En fin, que cuando ya estábamos los tropecientos mil espermatozoides-opositores sentados, y yo ya casi me había decidido a pedirle de salir a la chica de al lado de tanto que ya nos conocíamos, comenzó la acción. Como en el teatro tú, se cerraron las puertas y una rubia se subió al escenario. La rubia era maja, tirando para la cincuentena. Una voz encantadora, como de monitora de aeróbic. "Voy a leeros los ejercicios", dicho con esa voz tan encantadora me sonó como "Arriba esas piernas,vamos a trabajar esos culitos". Además, como estaba lejos, sólo entendía la mitad. En vez de megafonía tenía mega-afonía la tía. Eso sí, los agudos los marcaba muy bien, es lo que tienen las voces chillonas de pito. En fin, que entre gañidos varios la chica se hizo entender y leyó las instrucciones. A todos menos a una pobre chica que tenía cerca, que como era sordomuda, en un despliegue inimaginable de medios, se la escribieron en un papel con un boli bic. Esa tinta tan cara y lujosa sólo podía hacerla un boli bic.
Total que nos dijeron que teníamos una hora y media para hacer un examen de 60 preguntas. "Qué bien, pensé, ya llevo 01h30' aquí, voy a pasar una mañana genial, con tanta gente en esta fiesta." Creo que todos los que estábamos allí, agradecimos del mismo modo ese comentario. Y más cuando nos dijeron que para salir, volveríamos a jugar al espermatozóide del condón roto.
Empezamos el examen, aquí es cuando empecé a disfrutar de verdad. Los exámenes con mala leche, las lavativas y las multas de tráfico, son para mí la sal de la vida. Creedme, sin eso no se puede vivir.
El examen tenía su gracejo, yo creo que de las 60 preguntas no tenía ninguna segura. Miento, mi nombre y apellidos sí, pero no me dejaban ponerlos en el examen. Los grapaban luego en un sobre con material especial que si se manipulaba explotaba y arrancaba la mano al miembro del tribunal. Era una forma de cerciorarse de la garantía del procedimiento. Por eso tampoco te dejaban sacar el examen. Maldita la gracia que volviendo para Valencia, en plena autopista te explotase el examen.
Al cabo de una hora, ya lo tenía hecho, y una de mis nuevas amigas, de la mesa de enfrente, estaba bailando o meándose. Bueno, por la cara creo que más bien lo segundo. "Ánimo, sólo te queda una hora para hacer pis" le dije por lo bajinis. Total que al final, que no hay mal que cien años dures, tras el intento de examen fecundo, todos salimos fuera, con más o menos salero y alegria. Toda una experiencia. Yo fui de los afortunados que salí al principio de la sala, pero hubo gente abusadora de la hospitalidad de la monitora de aerobic, que decidió alargar el evento y salir a las 14:00 de la tarde. Claro, yo entiendo a la muchacha, que cobrarán ella y sus ayudantes por horas..En fin, toda una experiencia..Me encanta las oposicones de local, porque es como vivir eternamente en una película chorra, de esas de Leslie Nielsen, "OPOSITA COMO PUEDAS" o algo así..







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